miércoles, 19 de marzo de 2008

La Zona


Título Original: La Zona
Género: Drama
Duración: 97 minutos
Año: 2007
País: México
Fotografía: Emiliano Villanueva
Música: Fernando Velázquez
Guión: Rodrigo Plá, Laura Santullo
Director: Rodrigo Plá
Intérpretes: Daniel Giménez Cacho, Carlos Bardem, Maribel Verdú, Daniel Tovar, etc.



Hoy quisiera dedicarme a la cartelera cinematográfica. El otro día vi una película cuya visión les recomiendo encarecidamente. Se trata de "La Zona", un drama dirigido por el uruguayo-mexicano, según entiendo, Rodrigo Plá. La película ganó el premio León del Futuro como mejor ópera prima en el pasado Festival de Cine de Venecia, pero este detalle es lo de menos para mí. Antes de ir a verla yo no sabía los premios que había ganado sino, simplemente, la temática que abordaba. Y eso fue suficiente para atraer mi atención.

La Zona narra una historia que para algunos puede parecer exagerada pero que es más real y, desgraciadamente, más cotidiana de lo que muchos imaginan, sobre todo en las sociedades latinoamericanas. Es la historia de un grupo de ricos mexicanos que decide (no "obligados por" como he visto en alguna reseña sino por propia voluntad clasista) vivir atrincherado entre muros en medio de la pobreza imperante. No estamos hablando de extraterrestres o de estrafalarios seres sino de la elección de muchos latinoamericanos pudientes quienes, ante la imposibilidad o la no voluntad de autoexiliarse en Miami o en cualquier otra parte del mundo "fashion", optan por quedarse en sus países pero viviendo en "ghettos" de opulencia. Unos ricos que suelen ser seres indiferentes ante la miseria de la realidad circundante. Porque estos ricos que retrata la película no son cualquier tipo de ricos. En su "zona" tienen prácticamente todos los servicios que necesitan. Sus hijos van a la escuela dentro de la misma "zona". Por tanto, el contacto con el exterior es prácticamente inexistente y, cuando lo hay, se reduce a contemplar el contraste abismal, entre su modo de vida y el de los pobres que viven extramuros, desde sus "hummers" o vehículos similares. Debido a este distanciamiento de los problemas ajenos a "La Zona" -por vivir en una burbuja que nada tiene que ver con la existencia del 90% o más de la sociedad- los protagonistas (léase, las oligarquías y burguesías latinoamericanas) son incapaces de empatizar con la situación de los seres humanos que habitan fuera de los muros de su fortaleza. No sólo eso sino que los cosifican hasta el punto de deshumanizarlos y verlos como animales violentos que amenazan su paz, su tranquilidad y, lo más importante, SUS PROPIEDADES. Porque en este sistema ya sabemos que el mayor derecho, el derecho sacrosanto que no puede ser vulnerado bajo ningún concepto, es el derecho a la propiedad privada. Evidentemente, es mucho más importante que un rico conserve sus riquezas y privilegios, aunque sea a costa de someter a las mayorías, que el hecho de proporcionar una vida digna a todos los seres humanos por igual...

Y hablando de privilegios, el miedo a perder los privilegios es lo que mueve a actuar a los protagonistas en el sentido en que lo hacen (no digo más para no desvelar el argumento de la película). Unos privilegios que, frecuentemente, han sido otorgados merced a la corrupción imperante en el mundo político pues, al menos en el Distrito Federal, está prohibido -en la teoría- cercar terreno y no permitir el libre tránsito de vehículos o personas. Por pretender abrir una "cerrada" para hacer que pasara a través de ella una calle que conectaba a un hospital, el ex jefe de gobierno (alcalde) del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, fue llevado a los tribunales en una campaña de acoso y derribo conocida como el desafuero. Campaña que tenía, por otra parte, la intención de evitar que el líder político, quien contaba con gran prédica entre las masas mexicanas, fuera el candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la Presidencia de México en 2006.

En definitiva, la película que presenta Plá constituye toda una reflexión acerca del tipo de sociedad a la que estamos llegando. Reflexión que se torna más aguda en el caso de los que habitan en suelo latinoamericano coexistiendo con la desigualdad, la injusticia y la corrupción cotidiana. Algunos dirán que, a causa de la descomposición social que permea estas sociedades, lo mejor es buscar salvar el propio trasero. Mientras uno pueda vivir bien, qué más da la cantidad de indígenas, vagabundos o pobres que pueda uno toparse al salir de su mundo rosa ¿verdad?

Sigamos en nuestra "zona", tapiada con muros físicos o con aquellos invisibles que nuestra ceguera nos impide ver, y acabaremos como los ciegos que retrató José Saramago en su Ensayo sobre la ceguera. Triste futuro para la ¿humanidad? el que se avizora en estos inicios del siglo XXI...

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