sábado, 15 de marzo de 2008

Espein is different...

Me van a perdonar la superficialidad pero, entre tantas malas noticias y desgracias que pueblan este mundo, se agradece encontrar gente que todavía conserva el buen humor y está dispuesta a reírse de todo. En este caso del casposo concurso de Eurovisión creado para fomentar y fortalecer el supuesto espíritu europeo. Un concurso que se rige por unos criterios bastante cuestionables, tanto en lo político (Israel participa pese a no ser país europeo y a Turquía le permiten presentarse a Eurovisión pero no ser miembro de la Unión Europea -sin comentarios-), como en lo estético-musical. Así que, perdonen todos los que creen que el hecho de que Rodolfo Chikilicuatre sea el candidato por España es una ofensa, pero la canción del chiki-chiki es la elección más acorde para esa farsa musical de pésimo gusto.

El chiki chiki mola mogollón... Al menos es auténticamente hortera, histriónico, desubicado... En definitiva, es lo mismo que hemos visto a lo largo de estos años en el concurso pero con la diferencia de que el intérprete no se toma nada en serio: ni su persona ni el concurso. No hay nada más patético que ver gente haciendo el ridículo de manera totalmente inconsciente. Por tanto, en ese sentido hemos avanzado algo.

Mucho peor era ver a medio mundo bailar la coreografía de la Macarena o las muchas coreografías absurdas de las canciones del verano que hemos de padecer en los bailes de verbena estival. ¿Alguien no ha sufrido una urticaria al comprobar los espasmos borreguiles que provoca la canción de Paquito el Chocolatero en cualquier baile popular?

Aquí les dejo el vídeo de la versión "políticamente correcta" junto con la coreografía para los que quieran practicar en casa. Aviso de que es asequible para todos, seres sin ritmo incluidos.





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