martes, 28 de abril de 2009

Humor ante la influenza

En México, a pesar de la que está cayendo, ya se empieza a extender el humor como revulsivo ante la posible pandemia mundial con sede chilanga (de México DF). Desde los nuevos billetes...


Pasando por textos como el que sigue colgado en el blog Por el lado oscuro del camino que me ha parecido tan gracioso y tan representativo de cómo muchos mexicanos se toman esto de la "influenza" que me permito reproducirlo. Espero que su autor o autora no se enojen por darle esta publicidad.

CHILANGOS DEBERÍAN REÍR DE INFLUENZA
"Los pinches chilangos no deberíamos preocuparnos por asuntos epidemiológicos como el de la influenza. La Secretaría de Salud ya debería saber que los pinches chilangos somos invulnerables, inmunes a todo ataque bacteriológico o de virus de cualquier cepa. Aunque temamos aceptarlo, los pinches chilangos ya no somos humanos, sino una raza que ha mutado a sepa la chingada qué superespecie. El carácter de superespecie del que hablo responde exclusivamente a que nuestro sistema inmunológico ya no es el del común de los habitantes de este planeta. El organismo de los pinches chilangos ha evolucionado a niveles de resistencia ambiental y de alimentación inconcebibles.

¿De qué otra manera podríamos explicarnos la tolerancia por años y años a condiciones de contaminación por arriba, muy, arriba de los estándares mundiales aceptables? ¿De qué otra manera podríamos resistir los tacos de carnitas, de canasta, de cabeza, de enchilada, de al pastor, de tripa, de cochinada, de cran y demás variantes, afuera de las estaciones del Metro y en los mayormente inmundos paraderos? ¿De qué otra manera nuestro aparato gastrointestinal podría sobreponerse a las tortas de tamal, a las quesadillas de sesos, a las aguas de horchata, de jamaica y sus demás presentaciones, afuera de parques, deportivos y en los principales ejes viales? ¿De qué otra manera quienes frecuentamos las cervecerías clandestinas podríamos permanecer de pie después de deglutir las extrañas botanas que ahí sirven, es decir, pico de gallo mezclado con chicharrón escuro (sic) y frijoles algo duros, embarrados en tortillas ya algo mohosas? ¿De qué otra manera saldríamos victoriosos después de comer en La Viga, en La Merced o en el Eje Central mariscos previamente sancochados por la marea roja, por el fenómeno del Niño y la Niña?

Por lo tanto, debido a que estamos expuestos día tras día a las pruebas orgánicas más extremas, que harían palidecer a los más demoniacos productores de armas bacteriológicas, los pinches chilangos no deberíamos más que reírnos de enfermedades infantiles como la influenza. Así que, autoridades sanitarias, ya no la hagan de a pedo y devuélvanle la alegría a esta ciudad, ya permitan que se reabran los cabarés de Eje Central, las chelerías de Bucareli, los metederos en Garibaldi, las pulcatas de mi barrio... ah, y el negocio de mi compita el Vaporrub (en la foto), a quien por la onda de la epidemia de la "influencia", cito a tan gentilhombre de la vera de las carnitas, se le han quedado cientos y cientos de tacos de nana, de buche, de cachete, de cuerito, de oreja y de trompa en espera de tiempos mejores y menos porcinos.

O ¿Apoco no? PAPERAS".


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