Menos mal que nos siguen llegando algunas buenas noticias desde Venezuela que nos dan motivos para celebrar los pasos que se van dando hacia el socialismo en la nación bolivariana. Hoy se anunció que Venezuela ha decidido nacionalizar la empresa mexicana Cementos Mexicanos (CEMEX) que operaba en Venezuela. Una empresa que, para ser más precisos, debería llamarse Cementos de Lorenzo Zambrano porque este señor, su propietario, es uno de las principales fortunas de México y, si su declaración de la renta no tiene claroscuros, también del mundo (ocupa el puesto 292, una miseria al lado de otro rico muy rico como es el mega-ultra-hiper-supra multimillonario mexicano Carlos Slim).
En lo personal no tengo nada contra el Sr. Zambrano pues, como he podido leer en una biografía suya (colgada en una página web bastante laudatoria hacia su persona, eso sí) el Sr. Zambrano es un ser humano normal y corriente, como todos nosotros. Destaco algunos párrafos impagables:
"Como cualquier persona y a pesar de ocupar el lugar 292 entre los más ricos del mundo, el quinto de lo más ricos de nuestro país y su empresa la tercera posición a nivel mundial, Zambrano tiene pasatiempos; le gusta leer libros de ciencia ficción, manejar y sus mascotas preferidas son los perros; tiene varios en su casa y uno de ellos se llama Harry Potter".
Pero lo que más me gusta del Sr. Zambrano es su confianza en el progreso del ser humano a través del esfuerzo. Es muy encomiable que alguien como él, que ha tenido que luchar tanto para llegar a donde está (por favor, para los despistados, nótese el tono irónico de todo esto), valore el verdadero sentido del trabajo, el esfuerzo, el que no te regalen las cosas, el tener que pelear constantemente en la vida... En definitiva, todo un ejemplo para el pueblo mexicano que, como todos los pueblos del mundo subdesarrollado, sigue en la pobreza porque no ha sabido trabajar y luchar como él lo hizo. Destaco lo siguiente:
"Es un hombre que cree, gracias a las enseñanzas de su padre y la educación recibida, la cual en gran parte forjó su carácter; que el éxito no llega sólo. Hay que luchar y prepararse, actuar con audacia y sensibilidad, asumir riesgos, pero también aprender a tomar decisiones rápidas cuando se presentan las oportunidades".
Parece que todas estas virtudes no le van a servir al dueño de CEMEX para evitar la expropiación de su empresa por las autoridades venezolanas. Es bueno destacar que el Gobierno Bolivariano de Venezuela emprende esta medida para acelerar sus planes de construcción de vivienda subvencionada para los habitantes más pobres de Venezuela, muchos de los cuales viven hoy en día en subviviendas de lata y otros materiales (ranchitos) en cerros al borde del desmoronamiento, sobre todo en Caracas. Este proyecto del Estado bolivariano, consistente en reubicar a la gente que vive en estas zonas de riesgo, en condiciones infrahumanas, a otros lugares más aptos y con una vivienda más digna, es una iniciativa que bien vale una nacionalización. Y las que hagan falta...
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