sábado, 9 de febrero de 2008

Privatización y efectos secundarios

Como algun@s sabrán, a finales del pasado año 2007 se produjeron unas graves inundaciones en el Estado de Tabasco, México. A pesar de que el presidente mexicano, Felipe Calderón, dijo que el desbordamiento del río se debió al "influjo de la luna" (curioso el cinismo sin fronteras de la derecha), lo que nos explica el siguiente vídeo es bien diferente. Aquí nos enteramos de cómo detrás de las "catástrofes naturales" se esconde la mano -codiciosa- del ser humano. Éste, personificado en los directivos de las empresas y las multinacionales, con sus lacayos fieles en los gobiernos, se preocupa más por obtener el máximo beneficio económico en el menor tiempo posible. Para lograrlo está dispuesto a arrasar con lo que sea (vidas humanas incluidas) en aras de la consecución de determinados objetivos económicos (que cada vez son más voraces) aunque ello implique que las futuras generaciones -o las presentes- tengan que lidiar con un mundo cada vez más inhóspito.

Este vídeo va dedicado a todos aquellos amiguitos y amiguitas que defienden la privatización como remedio para todos los males. Aquellos que piensan que lo público es ineficiente, caduco, casposo... Aquellos que creen que lo público es peor porque no hay ningún dueño específico mientas que lo privado es mejor porque los empresarios son gente respetable que mira por el bien común. Aquellos que creen que el desarrollo exitoso del Tercer Mundo pasa por privatizar las riquezas de los países. Jua, jua... Por favor, todos los que tengan esas telarañas en la mente, que vean el presente vídeo y reflexionen un poco sobre a dónde nos lleva un sistema económico que sólo ve números en lugar de personas. Y que, para mayor inri, está controlado por personas que pueden tomar decisiones -con total impunidad- cuyas repercusiones negativas afectan a terceros que no cuentan con mecanismos de defensa más allá de la protesta y la organización social (la cual esos señores se encargan de reprimir adecuadamente en caso de que surja). Esos buitres que deciden el futuro de la humanidad lo hacen basándose en un cálculo de sus posibles ganancias particulares, sin importarles nada más. Este control de unos pocos sobre los muchos no es sólo éticamente reprobable sino ecológicamente insostenible, como se está comprobando. Lo peor de todo es que nos quieren hacer creer que esto es una democracia... "el poder del pueblo". Qué ironía.

Los demás amiguitos y amiguitas que no denosten lo público también pueden ver el documento, por supuesto.




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