Los medios de comunicación han aprovechado la efeméride para extenderse con análisis (muchas veces pseudo-análisis), artículos y noticias que intentan valorar estos 50 años de Revolución. Como el tema cubano no deja indiferente a casi nadie, la polémica está servida. Uno de los ejemplos más claros de cómo la Revolución Cubana genera urticaria en la derecha mundial es el artículo publicado por "El País" el día de ayer y firmado por el antinacionalista furibundo Antonio Elorza. Su título "Cuba, la revolución perdida" es bastante elocuente. No deja de ser una sarta de tonterías aderezadas con la mala baba de alguien rabioso ante la persistencia de un sistema que lucha contra el individualismo capitalista. Tener que leer a estas alturas que el "régimen cubano" es una "dictadura" similar a la que España sufrió con Franco es un ataque a la inteligencia y a toda ética. Sólo un cínico o alguien verdaderamente muy desinformado puede realizar semejantes comparaciones. Para desgracia de los pueblos del mundo, hay demasiado cínico pululando.
Por suerte, también tenemos otras versiones como el breve artículo del filósofo y escritor Carlos París, publicado por "Público" bajo el título de "Una revolución acosada, vanguardia en Iberoamérica" que, si bien no profundiza mucho en el análisis, sí da a grandes líneas un panorama de lo que ha sido y es Cuba para el mundo y, en especial, para América Latina.
Enlazo también una breve entrevista a cuatro jóvenes cubanos publicada en "Rebelión" donde se pueden leer las opiniones de cuatro jóvenes de la isla.
Coincido, por último, con Pascual Serrano en sus palabras de felicitación a la Revolución Cubana publicadas por la revista cultural cubana "La Jiribilla" las cuales reproduzco a continuación:
"Creo que la palabra que mejor define a la Revolución Cubana es, al mismo tiempo, la que generaba más preocupación en Estados Unidos y que explica su obsesión contra Cuba. Esa palabra es "ejemplo". La Revolución Cubana se convertía en el ejemplo de que podía haber otro modelo social diferente del capitalismo, con otros valores sociales, otra forma de organizarse un pueblo, otros principios por los que movilizarse y otro ser humano nuevo a conseguir. El ejemplo cubano consistía, desde hace cincuenta años, en que "otro mundo era posible". Eso es lo que más dolía a sus enemigos, que hombres y mujeres de todo el mundo viesen en Cuba el ejemplo de otro mundo posible. (...)".
¡¡Viva Cuba!! ¡¡Por muchos más aniversarios en Revolución!!
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