martes, 15 de enero de 2008

¿1984 o 2001?

Algunos leyeron a George Orwell y su maravillosa novela 1984 como si de un libro de ciencia-ficción se tratase. ¡Craso error! Orwell parece dotado de ese don que tuvo también Julio Verne: la predicción. Ambos se adelantaron a los hechos que relataron en sus novelas aunque, cabe decir, Orwell contaba con la ventaja de poder basarse en los grados de retorcimiento que el mundo de su época ya estaba deparando.

Así, décadas después asistimos a una muestra más de cómo funcionan las cloacas del poder, guiadas por la ambición y la codicia humana. Parece que el ansia de poder y riqueza de los seres humanos no tiene límite y, como dirían algunos, si hay que matar al propio padre para conseguir dinero y poder, se hace. TODO está justificado. Y TODO puede realizarse. Basta con poner cara de cínico después y echar unas lagrimillas de cocodrilo. Si no, que se lo digan al gran prócer, George W. Bush y a sus secuaces.

Cuando en algunas ocasiones defendí que los atentados del 11 de septiembre de 2001 eran obra de los mismos servicios secretos estadounidenses, más de uno/a pensó que ya estaba yo con mis paranoias de siempre. Pero es que, como se dice vulgarmente, la realidad supera a la ficción.

Cada vez son más las voces que se suman a esta teoría. Lo significativo de la noticia que adjunto es que, por primera vez, un periódico de gran tirada y un político del "establishment" dan eco a esta versión de los hechos. Habrá que ver qué tienen que decir los políticos del mundo, seguramente mirarán a otro lado y seguirán disfrutando de los pingües beneficios que les reporta ser los valedores de los intereses de las grandes empresas en los Estados (otro día hablaré de este tema). Poderoso caballero es Don Dinero... ¡qué sabiduría la de Quevedo!

Al hilo del tema me permito hacer una recomendación literaria. El libro que hace ya unos años publicó el periodista francés Thierry Meyssan, colaborador de la Red Voltaire. Su título: La gran impostura, usease, un intento de demostrar cómo ningún avión se estrelló contra el Pentágono. Una versión muy diferente a la que nos han hecho creer hasta la fecha y que, visto lo visto, va a ser que no es tan descabellada... Y es que el imperialismo no tiene límites en su insaciable búsqueda de nuevos mercados y zonas para explotar hasta la extenuación.


Publicado por MAGEC, prensa canaria:

El ex presidente italiano Francesco Cossiga afirma que el 11S fue obra de los servicios secretos estadounidenses y de Israel


El ex Presidente de la República italiana, Francesco Cossiga, ha dicho al Corriere Della Sera que «se nos ha hecho creer que Bin Laden habría confesado el ataque del 11 septiembre 2001 en New York –mientras que, de hecho, los servicios secretos estadounidenses y europeos saben perfectamente que este ataque desastroso fue planificado y ejecutado por la CIA y el Mossad, con el fin de acusar a los países árabes de terrorismo y poder de este modo atacar Irak y Afganistán».

La novedad es que un periódico de gran tirada haya publicado esta declaración. No la declaración en sí, que no es nueva (ni única: cada vez más personas relevantes se atreven a declararlo abiertamente, como el exministro de defensa alemán y jefe de servicios secretos Andreas Von Bülow).

Cossiga ya había puesto en duda en 2001 la teoría oficial del complot de la administración Bush y resaltado que el ataque no habría podido tener lugar sin la infiltración del personal de los sistemas de radar y de la seguridad aérea estadounidense.

Habría que preguntarse por qué justo ahora se le da publicidad. Hay que recordar que Cossiga fue, desde 1983 hasta su elección como Presidente de la República, Presidente del Senado italiano.

Tuvo fama de honesto e incorruptible durante sus mandatos hasta 1992, se enfrentó con la OTAN denunciando la existencia de la «Operación Gladio» y el papel de los políticos en ella.

Sus revelaciones dieron lugar a una encuesta parlamentaria en el año 2000 sobre las actividades de Gladio en Italia.

Se demostró que los servicios secretos estadounidenses y de la OTAN habían organizado actos terroristas de «falsa bandera». El resultado fue el asesinato de numerosas víctimas entre la población civil. El objetivo cargarle el muerto de estos actos a grupos de izquierda para justificar su represión.

Tras la Segunda Guerra mundial, la CIA el MI-6 y los servicios secretos de la OTAN construyeron ejércitos secretos anticomunistas en todos los países de Europa Occidental es lo que se denominó la red Gladio.

Los atentados de la estación de Bolonia, de la Piazza Fontana, los ataques de los asesinos locos de Brabante, el secuestro y el asesinato de Aldo Moro, etc.

Un reciente libro de Daniele Ganser documenta la existencia de estos ejércitos secretos de la OTAN. Los atentados fueron un diseño de los autores de Gladio que provocó el terror de los años setenta en Europa y el Medio Oriente.

La red de subversión y de especialistas de terrorismo de estado fue dirigida por la OTAN para hacer pasar atentados con explosivos como si fuesen obra de grupos izquierdistas.


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