Ya viene siendo demasiado habitual que politicuchos de la derecha española realicen su particular "turismo provocador" a ciertos países latinoamericanos con la finalidad de armar lío, generar un conflicto diplomático con el gobierno de turno (gobierno al que, por supuesto, estos "ilustres" visitantes detestan con todas sus fuerzas) , forzar su expulsión de dicho país para ser portada en todos los medios y vivir su fantasía particular de regresar a casa como "héroes" perseguidos por su aguerrida defensa de la democracia y los derechos humanos. De tan habitual podríamos decir que ya cansa un poco pero, en lugar de eso, a mí me sigue provocando la misma náusea que el primer día, aparte de una vergüenza ajena que no hace sino constatar mi percepción de lo vil y rastrera que es la derecha en su proceder, sobre todo la española, que le debe todo a su legado franquista el cual, a su vez, tenía por modelo de la España a la que aspiraba la España imperial de los Reyes Católicos. Ahí es nada...
Con semejantes referentes históricos e ideológicos, no es de extrañar que estos personajes se crean con derecho a ir por el mundo como Pedro por su casa, especialmente en el caso de sus otrora colonias: los países latinoamericanos. Esperan que éstos sigan siendo los súbditos que fueron a la Corona Española y que sus dirigentes sigan siendo esos criollos que, en la mayoría de los casos, lucharon por la independencia para transferir el poder de una élite (la española) a otra (la criolla) sin tener en cuenta las necesidades de sus pueblos, los cuales, ya sabemos, siguieron explotados y excluidos en el nuevo orden post-español. En la versión del siglo XXI, estos politicuchos (porque no se les puede llamar representantes del pueblo, está claro) consideran que todo país latinoamericano que se precie de "serio" debe tener un gobierno que mire por los intereses de las empresas extranjeras -preferiblemente españolas, cómo no- en lugar de preocuparse por esa chusma, batiburrillo de colores, que conforman sus pueblos. Total, ya sabemos que esos pobres no son gente de fiar, ni siquiera agradecen lo mucho que sus gobiernos neoliberales hacen por ellos cuando entregan las riquezas de sus países para que gente preparada del extranjero explote sus recursos. Porque ellos, pobres, no sabrían cómo hacerlo... Así, un país latinoamericano que quiera granjearse el respeto de la "comunidad internacional" (= de Europa y los EEUU) debe actuar como si de una sucursal de los intereses imperialistas de Occidente se tratara. Lo demás, ya sabemos, sólo son regímenes autoritarios, populistas, violadores de los derechos humanos, liberticidas (una palabra que Esperanza Aguirre acaba de aprender y no para de repetirla cual muñeca diabólica para arremeter contra Cuba aunque dudo mucho que sepa lo que significa, por no saber, ni sabe qué es Cuba para el mundo...), etc., etc.
Ayer fue el cachorro franquista Luis Herrero, eurodiputado del PP, quien tuvo que ser expulsado de Venezuela por sus provocaciones y sus ataques a un proceso electoral que, supuestamente, él iba a supervisar en calidad de "observador electoral internacional". Cualquier persona que sepa mínimamente de lo que se trata una observación electoral sabrá que ningún organismo electoral va a acreditar a una persona que nada más llegar se ponga a realizar declaraciones partidistas. Por tanto, Luis Herrero, que puede ser fascista pero no es idiota, se dedicó a provocar a conciencia sabiendo que lo más probable era que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela tomara medidas al respecto. ¡Y vaya si las tomó! Como debe ser. Pero su expulsión se está utilizando para denunciar la falta de libertades y democracia en Venezuela, es decir, como un engranaje más de una cadena de mentiras y tergiversaciones que tienen por finalidad socavar al más refrendado gobierno de América Latina. Aquí dejo un artículo de Juan Carlos Monedero muy ilustrativo al respecto.
Esta estrategia tan roída -no olvidemos a las "heroicas" militantes de la derecha catalana de CiU arriesgando su vida para luchar por los derechos humanos en Cuba junto a las damas de blanco o al provocador Jorge Moragas del PP pretendiendo entrar en un país, Cuba, al que, tanto él como su partido, denostan cotidianamente a base de infundios- resulta patética. Máxime cuando regresan y hablan de lo mal que los han tratado, lo mucho que han sufrido, etc., pero en el momento no expresan ninguna queja por el trato recibido. Mienten más que hablan... (Pueden ver el video de Luis Herrero confirmando el buen trato que le habían dado las autoridades venezolanas mientras hablaba con -presumiblemente- el cónsul español en Sao Paulo en el siguiente enlace de Radio Mundial de Venezuela)
Lo que hay que decirle a estos señores es que si realmente están preocupados por la -auténtica- democracia y el respeto a los más elementales derechos humanos (empezando por el derecho a que toda la población de un país tenga igual acceso a cuestiones básicas como la alimentación, el agua potable, la sanidad, la educación, etc.) se paseen por sus países amigos: Colombia, México, Guatemala, Perú, Israel, Arabia Saudí, Pakistán, Afganistán, Marruecos y un largo etcétera de países donde por la mitad de lo que han dicho en Cuba y Venezuela probablemente den con sus huesos en una cárcel, si es que sobreviven para contarlo.
Con semejantes referentes históricos e ideológicos, no es de extrañar que estos personajes se crean con derecho a ir por el mundo como Pedro por su casa, especialmente en el caso de sus otrora colonias: los países latinoamericanos. Esperan que éstos sigan siendo los súbditos que fueron a la Corona Española y que sus dirigentes sigan siendo esos criollos que, en la mayoría de los casos, lucharon por la independencia para transferir el poder de una élite (la española) a otra (la criolla) sin tener en cuenta las necesidades de sus pueblos, los cuales, ya sabemos, siguieron explotados y excluidos en el nuevo orden post-español. En la versión del siglo XXI, estos politicuchos (porque no se les puede llamar representantes del pueblo, está claro) consideran que todo país latinoamericano que se precie de "serio" debe tener un gobierno que mire por los intereses de las empresas extranjeras -preferiblemente españolas, cómo no- en lugar de preocuparse por esa chusma, batiburrillo de colores, que conforman sus pueblos. Total, ya sabemos que esos pobres no son gente de fiar, ni siquiera agradecen lo mucho que sus gobiernos neoliberales hacen por ellos cuando entregan las riquezas de sus países para que gente preparada del extranjero explote sus recursos. Porque ellos, pobres, no sabrían cómo hacerlo... Así, un país latinoamericano que quiera granjearse el respeto de la "comunidad internacional" (= de Europa y los EEUU) debe actuar como si de una sucursal de los intereses imperialistas de Occidente se tratara. Lo demás, ya sabemos, sólo son regímenes autoritarios, populistas, violadores de los derechos humanos, liberticidas (una palabra que Esperanza Aguirre acaba de aprender y no para de repetirla cual muñeca diabólica para arremeter contra Cuba aunque dudo mucho que sepa lo que significa, por no saber, ni sabe qué es Cuba para el mundo...), etc., etc.
Ayer fue el cachorro franquista Luis Herrero, eurodiputado del PP, quien tuvo que ser expulsado de Venezuela por sus provocaciones y sus ataques a un proceso electoral que, supuestamente, él iba a supervisar en calidad de "observador electoral internacional". Cualquier persona que sepa mínimamente de lo que se trata una observación electoral sabrá que ningún organismo electoral va a acreditar a una persona que nada más llegar se ponga a realizar declaraciones partidistas. Por tanto, Luis Herrero, que puede ser fascista pero no es idiota, se dedicó a provocar a conciencia sabiendo que lo más probable era que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela tomara medidas al respecto. ¡Y vaya si las tomó! Como debe ser. Pero su expulsión se está utilizando para denunciar la falta de libertades y democracia en Venezuela, es decir, como un engranaje más de una cadena de mentiras y tergiversaciones que tienen por finalidad socavar al más refrendado gobierno de América Latina. Aquí dejo un artículo de Juan Carlos Monedero muy ilustrativo al respecto.
Esta estrategia tan roída -no olvidemos a las "heroicas" militantes de la derecha catalana de CiU arriesgando su vida para luchar por los derechos humanos en Cuba junto a las damas de blanco o al provocador Jorge Moragas del PP pretendiendo entrar en un país, Cuba, al que, tanto él como su partido, denostan cotidianamente a base de infundios- resulta patética. Máxime cuando regresan y hablan de lo mal que los han tratado, lo mucho que han sufrido, etc., pero en el momento no expresan ninguna queja por el trato recibido. Mienten más que hablan... (Pueden ver el video de Luis Herrero confirmando el buen trato que le habían dado las autoridades venezolanas mientras hablaba con -presumiblemente- el cónsul español en Sao Paulo en el siguiente enlace de Radio Mundial de Venezuela)
Lo que hay que decirle a estos señores es que si realmente están preocupados por la -auténtica- democracia y el respeto a los más elementales derechos humanos (empezando por el derecho a que toda la población de un país tenga igual acceso a cuestiones básicas como la alimentación, el agua potable, la sanidad, la educación, etc.) se paseen por sus países amigos: Colombia, México, Guatemala, Perú, Israel, Arabia Saudí, Pakistán, Afganistán, Marruecos y un largo etcétera de países donde por la mitad de lo que han dicho en Cuba y Venezuela probablemente den con sus huesos en una cárcel, si es que sobreviven para contarlo.
2 comentarios:
No podría haberlo dicho mejor. Las dictaduras y gobiernos que apoyan en latinoamérica son nidos de corrupción, explotación, analfabetismo, y pobreza, mientras que los tres países que tanto los del PP como los EEUU consideran el eje del mal de latinoamérica (Bolivia, Cuba, Venezuela) son los tres países que han conseguido alfabetizar a todos sus ciudadanos (son datos de la ONU), y están haciendo todo lo posible para mejorar la vida de todos sus ciudadanos; no unos pocos, todos.
Un saludo amigo
El Cincel Social
Pues sí, tienes razón. Hay una hipocresía brutal cuando se habla de América Latina en la prensa internacional. En ese "eje del mal" yo tan sólo añadiría el caso de Ecuador, que también está aliado con Bolivia, Cuba y Venezuela (que bombardearan el campamento de las FARC en territorio ecuatoriano no fue casual) y que, por ello, ya ha pasado a estar en la mira de Washington. Está por ver qué sucede con el Paraguay de Lugo y si Argentina potencia su faceta antiimperialista y pro-latinoamericana. También tendremos que estar atentos a las próximas elecciones en El Salvador pues pueden suponer que ese "eje del mal" se amplíe en Centroamérica. América Latina no se está dejando y eso les pone muy nerviosos. De ahí toda su campaña de mentiras, manipulaciones y provocaciones para intentar confundir al personal.
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