domingo, 16 de noviembre de 2008

Loa al comunismo


Loa al comunismo

Es razonable, cualquiera lo entiende. Es fácil.

Tú no eres ningún explotador, puedes comprenderlo.

Es bueno para ti, entérate.

Los necios lo llaman necio, y los sucios lo llaman sucio.

Pero está contra la suciedad y la tontería.

Los explotadores lo llaman un crimen.

Pero sabemos que:

Es el fin de los crímenes.

No es ninguna locura, sino

El fin de la locura.

No es el caos

Sino el orden.

Es lo sencillo

Tan difícil de hacer.

Recupero estas palabras de Bertold Brecht en estos tiempos de crisis del capitalismo donde parece ser que se está poniendo de moda releer -para algunos- a Marx con la esperanza de poder entender el momento económico actual. Habrá que estar atentos porque puede ser que dentro de poco ser comunista esté de moda y asistamos a un aluvión de nuevos conversos al comunismo que vengan a darnos lecciones de fe en el marxismo igual que sucedió en España tras la famosa "transición a la democracia", momento en que aparecieron demócratas de nuevo cuño dando lecciones de democracia cuando dos días antes eran más franquistas que Franco.

Es interesante ver cómo las clases dominantes del mundo desarrollado intentan por todos los medios aferrarse a un sistema que está demostrando hacer aguas por donde se mire. No es de extrañar si tenemos en cuenta que su propia supervivencia como clase está en juego. Pero podrían tener un poco más de vergüenza y no afirmar que representan a sus países (y, por tanto, a sus pueblos) sino reconocer que, como líderes de sus Estados, son en realidad los portavoces de los intereses de sus respectivas burguesías. Unas burguesías que, pese a tener distintas nacionalidades en sus pasaportes, comparten básicamente los mismos intereses, aunque puedan enfrentarse en determinados momentos por hacerse con un mercado u otro, pero que son, al fin y a la postre, los mismos perros con diferentes collares.

La reunión de estos días pasados celebrada en EEUU (para que se sepa quién manda en el mundo, cómo no) del G-20 ampliado se proponía, teóricamente, encontrar soluciones a la crisis económica mundial que ellos mismos iniciaron. Sin embargo, no parece que hayan hecho mucho más que comer como reyes (si no, vean la foto a la derecha), tomarse fotos y soltar discursos al aire que no van a servir para parar una crisis que se viene como bola de nieve. No entiendo a qué viene tanta reunión, tanto paripé y tanto "sesudo" debate de los supuestos líderes mundiales. Supongo que quieren dar una sensación de "tranquilidad" al mundo, para que sus ciudadanos (y, por tanto, consumidores) no se espanten con la psicosis de la crisis y lleguen a creer que a sus representantes políticos les importa solucionar los problemas derivados de la crisis que, como sabemos, van a acabar pagando los de siempre: los de abajo. Sin embargo, no hay nada nuevo bajo el sol, nadie salió a decir lo que sería pertinente. A saber: que mientras siga vigente el modelo económico capitalista las crisis se van a ir sucediendo "ad infinitum". El capitalismo, en esencia, se basa en ondas cíclicas de expansión y contracción de la economía que son inherentes a su funcionamiento. El problema para los comunistas es que, como decía Marx, el capitalismo es el sistema más perfecto porque él mismo logra salir de sus crisis a través del mecanismo dialéctico de reformularse a sí mismo para no destruirse del todo y seguir jodiendo a la humanidad. Cuando me refiero a que el capitalismo logra salir de sus crisis quiero decir que son las clases dominantes las que hacen el trabajo sucio para que ello sea así. Y esto es lo que ha sucedido durante estos días en Washington...

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