Este video ya tiene un tiempito. Se trata de la intervención, en medio de un acto que se presumía plácido para el "presidente" de los mexicanos, Felipe Calderón, en su última visita a Ciudad Juárez. A esta ciudad, primera en el ranking mundial de las ciudades más peligrosas del mundo, se fue Felipe Calderón (conocido en México como el espurio por haber llegado al poder vía fraude electoral en julio de 2006) para demostrar su "apoyo" al pueblo de Ciudad Juárez tras los graves y cotidianos asesinatos que se habían producido en los últimos días. Uno de ellos, muy sonado por lo masivo y por las edades de los asesinados, fue la matanza contra un grupo de jóvenes que se encontraba celebrando el cumpleaños de uno de ellos. Ante la matanza, el gobierno mexicano, por boca de Calderón, tildó a los asesinados de "pandilleros" o, casi casi, "narcos en potencia", por no decir en acto. Declaraciones llenas de sensibilidad y, desde luego, basadas en un profundo conocimiento de los jóvenes -ironía pura-.
Pero como por la boca muere el pez, Calderón tuvo que tragar en su visita a Ciudad Juárez con la intervención de Luz María Dávila, madre de dos de los muertos. Una señora que tuvo los ovarios suficientes para decirle a Calderón, con toda contundencia y sin faltarle al respeto que a ella y a sus hijos sí le faltó el presidente, que Calderón es "persona non grata" en Ciudad Juárez. Dejó en evidencia a todo un gobierno y a tantas autoridades municipales, estatales y policiales que no hacen nada -sino todo lo contrario- por que la insostenible situación de Ciudad Juárez deje de ser la que es.
Atención a la cara de Calderón y de su esposa, declarados católicos. Pagaría por saber qué pasaba por su cabeza, pues por su corazón dudo que pasara gran cosa más allá de la sangre bombeada, en el momento de las palabras de Luz María.
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