Dejo el siguiente video de una entrevista realizada en la televisión catalana, TV3, que, aunque está parcialmente en catalán, creo que se entiende bastante. Sobre todo porque el entrevistado, el vasco Martxelo Otamendi, habla en español y escucharle a él es lo que interesa.
Martxelo Otamendi era el director del periódico en euskera Egunkaria que fue clausurado durante el segundo gobierno de Aznar bajo acusación de ser parte de ETA por estar presuntamente financiado por la banda terrorista. A Otamendi y a otros miembros de la redacción de Egunkaria se les detuvo a las bravas, se les sometió a maltratos, torturas y a una campaña de descrédito a nivel nacional.
Martxelo Otamendi era el director del periódico en euskera Egunkaria que fue clausurado durante el segundo gobierno de Aznar bajo acusación de ser parte de ETA por estar presuntamente financiado por la banda terrorista. A Otamendi y a otros miembros de la redacción de Egunkaria se les detuvo a las bravas, se les sometió a maltratos, torturas y a una campaña de descrédito a nivel nacional.
Más allá de lo grave de cerrar periódicos en una democracia bajo acusaciones no demostradas, lo que clama al cielo son los métodos utilizados para sacar información a los detenidos: tortura policial pura y dura. Sí, señoras y señores, en plena democracia española del siglo XXI. Unos hechos que, tratándose del País Vasco, no suelen ser aislados. A los hechos me remito. Si no, pueden consultar aquí la noticia aparecida en Kaos en la Red sobre las torturas de Unai Romano hará ya unos cuantos años y la negativa de ningún tribunal español a aceptar la denuncia de Romano por las torturas contra su persona.
Espero que denuncias como la de Otamendi sirvan para reflexionar acerca de en qué tipo de democracia vivimos si un ciudadano cualquiera puede caer en manos de las supuestas "fuerzas del orden" y estar secuestrado durante días, ser torturado, vejado e insultado con total impunidad. Espero que, como dice Isaac Rosa en su columna de hoy en Público, se haga justicia en este caso.
